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La
leyenda
El “Caleuche” es un buque fantasma que aparece en
los canales chilotes. Navega tanto en al superficie, como en las
profundidades del mar, pero jamás durante el día.
En noches tranquilas suele aparecer entre la niebla, bajo la forma
de un gran buque velero blanco, hermosamente iluminado. Desde
lejos se puede escuchar su música y un gran bullicio, como
si en su cubierta se produjera una gran y alegre fiesta. Con la
misma velocidad con que aparece, desaparece entre la densa niebla
que fluye a su alrededor, sin dejar huella de su impresionante
aparición. Si alguien intenta perseguirlo se transforma
en una escurridiza foca, o en un tronco de árbol que flota
sobra las aguas, o termina recostado en las arenas de alguna playa.
La tripulación del Caleuche está compuesta por dos
tipos de navegantes : los brujos que llegan montados sobre el
lomo de un Caballo Marino, y los náufragos muertos, que
fueron traídos por la Pincoya, que una vez en la superficie
del Caleuche vuelven a la vida, pero a una nueva vida de eterna
felicidad. Aunque estos últimos, pertenecen al más
allá, obtienen permiso de sus superiores una vez al año
para visitar a sus familiares, y así poderles llevar consuelo
y ayuda económica.
El Caleuche esta bajo los mandatos del Millalobo, y tiene por
misión recorrer los mares del mundo vigilando el estado
en que se encuentran los mares y los seres que en el habitan castigando
a aquellos que atenten contra ellos. Durante su recorrido además
ayudan a otras naves que se encuentren en apuros guiándolas
a puertos seguros, o remolcándolas a velocidades increíbles.
La música
Al alejarse del mar y en especial al entrar en la urbe desaparece
toda tradición y creencia en forma fulminante, es ahí
donde nace la música de “Caleuche” que nos
recuerda la leyenda a su manera, rescatando el misticismo y por
sobre todo el juego de las dualidades: la muerte y la vida eterna,
el blanco en la oscuridad, lo que nos aterra nos atrae, ese misterio
oculto del ser humano que es tan profundo e impredecible como
el propio océano.
Imaginemos que somos los tripulantes de este barco trashumante
en donde se escucha una música que es el espejo de su historia
en los mares y que siempre vuelve de alguna manera a esta esquina
del mundo.
Es por esto que la música de caleuche esta en constante
movimiento y no es exclusiva de un lugar, en ella conviven las
las mas diversas influencias, ritmos afrolatinos, jazz, rock,
funk, el flamenco y sus raíces árabes. Aquí
se transmutan todas las energías hacia una sola en forma
de canción.
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